• CONCURSO INFANCIA MISIONERA 2024


    Comparto lo que soy
  • EJERCICIOS ESPIRITUALES 2023


    Termina el año en la cuna del patrón de las misiones
  • MEMORIA DE ACTIVIDADES


    Mira todo lo que hicimos en 2022
  • MEDITACIÓN DIARIA


    ¡Reza con nosotros por las misiones!
  • SUPERGESTO


    La revista para jóvenes, ahora en formato 100% digital

31 de julio de 2020

Ramoni Bueno, misionera placentina: Coronavirus en Jinotega (Nicaragua)


 Me pidieron que contara mi experiencia de cómo se está viviendo esta Pandemia del coronavirus en el país donde estoy en misión y eso es lo que voy a compartir con vosotros. 




Mi nombre es Ramoni Bueno Solís, llevo 22 años y medio en Nicaragua, en Jinotega, ciudad entre montañas. 

Pertenezco al Camino Neocatecumenal en la parroquia de San Nicolás, en Plasencia aunque nací en Galisteo; soy soltera, misionera laica. 

Llevo un mes en España. Pude viajar gracias a la Embajada de España en Nicaragua: ésta nos avisó de un vuelo de repatriación para europeos, españoles y nicaragüenses, con residencia en España, que estaba organizando una agencia hondureña. 

En este tiempo, mi hermana Pilar estaba conmigo en Jinotega, iba por un mes y tuvo que prolongar su estancia durante tres meses tras el cierre de fronteras; ella estaba en comunicación directa con la Embajada. Hubo un primer intento de vuelo de repatriación solamente para españoles que estábamos en Nicaragua, pero el gobierno de Nicaragua no autorizó el aterrizaje del avión que llagaba desde Madrid. 

Al principio, cuando la Pandemia estaba fuerte acá, en España, yo estaba tranquila porque allá no había casos. 

Nuestras familias y amigos nos decían que nos cuidáramos y tomáramos protección pues le virus corría cómo la pólvora. 

Cuando nosotras, mi hermana y la otra misionera que vive conmigo , nos poníamos las mascarillas, había niños y jóvenes que se reían y nos tosían al pasar para burlarse; poco a apoco las personas iban tomando conciencia pues escuchaban las noticias por la TV e Internet. 

El gobierno del país no informaba, minimizaba los datos. Las noticias emitidas por el gobierno no eran creíbles, pues decía n que no había contagios, que era como una gripe; día tras día repetía las mismas cifras: “3 fallecidos y 15 contagiados” 

Negocios privados empezaron a cerrar, las Entidades Bancarias comenzaron a exigir las mascarillas para entrar, guardar distancia de seguridad, toma de temperatura, desinfección de manos con gel-alcohol; estas normas también las impusieron en los supermercados y tiendas. 

Los Organismos Oficiales tardaron mucho en aplicar medidas. En los colegios públicos se exigía ir a la escuela, tras amenazas e intimidación. Muchos padres no enviaban a sus hijos a la escuela, pedían que les dieran las tareas para hacerlas en casa. 

Los dos colegios religiosos que hay en Jinotega cerraron muy al principio e impartían las clases por Internet. 

La Iglesia fue la primera en tomar medidas; el cardenal de Managua cerró la Catedral y las celebraciones las retrasmitían por TV. Reunió a los obispos y les pidió tomar precauciones, amonestándoles a que, si no cerraban las iglesias, guardaran la distancia de seguridad y el aforo. 


Muchos sacerdotes no cerraron las Iglesias porque, es verdad que allá, los sacerdotes no tienen ninguna asignación económica del obispado para vivir, viven de lo que la gente deja en las colectas y en bodas, bautizos, entierros… hay que decir que la gente es generosa. 

Nosotros, el equipo de misioneros, a los que el obispo nos entregó una parroquia (Santa Gema) una iglesia y una capilla en tres barrios pobres, perteneciendo todos a la parroquia, y que le formamos: 2 sacerdotes, uno de Burgos y otro hondureño, 1 familia hondureña con 5 hijos , 2 misioneras laicas: una nicaragüense y yo, española, fuimos a hablar con el Obispo para que diera permiso para cerrar la Parroquia no por temor nuestro sino por amor a los hermanos, para evitar contagios. 


Ya se habían suspendido hacía un mes las catequesis de niños , de adultos y reuniones. 


Comenzamos a trasmitir por Internet la Eucaristía, desde la sacristía de la parroquia. 






La parroquia lleva cerrada dos meses y vemos como Dios ha provisto y provee siempre; en este tiempo, a los sacerdotes no les ha faltado de nada, la gente les lleva comida y sobres con dinero. 

El gobierno atacaba a la Iglesia diciendo que era cobarde por cerrarla y que se estaba “dando culto al demonio” por no celebrar la Eucaristía. 

El Presidente y su esposa se reían de la Iglesia y hacían mofa de ella en la TV pública, y, para demostrar a los ciudadanos que o tenían que tener ningún miedo, organizaban actos públicos como el béisbol, manifestaciones… 

Los medios informativos privados, que no controla el gobierno, pues éste tiene compradas varias cadenas de TV, anunciaban siempre el eslogan <>. Las personas iban tomando conciencia, se quedaban en casa, salían con mascarillas y lavaban las manos. El gobierno nunca decretó Confinamiento, la situación es complicada porque, es verdad, que la gente se moriría de hambre, hay muchas personas y familia que viven “al día”. 

Desde Nicaragua me comunican que cada vez hay más contagios, gente que va muriendo, conocidos y amigos contagiados, tienen miedo. La Sanidad es muy precaria, no hay medios técnicos, los hospitales están colapsados. Las medicinas las tiene que comprar uno mismo, son muy caras y no están al alcance de todos, la gente muere. Ahora la situación se agrava con “el Dengue”, es la época de lluvia y los mosquitos provocan esta enfermedad que muchas veces es mortal. 


De Nicaragua casi nadie habla, es un país pobre y se empobreció más cuando , hace dos años, hubo revueltas que pudieron terminar en una guerra y donde murieron muchísimos jóvenes. 

Aterricé en España el pasado 10 de Junio, vine con motivo de revisiones médicas, no sé si podré regresar en Septiembre, Dios irá marcando el camino, todo depende de cómo vayan transcurriendo los hechos y si las fronteras están abiertas.




La paz del Señor


Rezad por Nicaragua y por la Iglesia allí.

         Ramoni Bueno Solís