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24 de abril de 2025

P. Tomás Ravaioli, misionero en Papúa Nueva Guinea: “El Papa ha tenido gestos muy grandes con nosotros”

 

Tomas Ravaioli, misionero en Papua Nueva Guinea


Tomás Ravaioli, misionero en Papúa Nueva Guinea, ha sido entrevistado por Trece. Este sacerdote argentino, del Instituto del Verbo Encarnado, vivió en primera persona la visita que hizo el Papa Francisco a este país de Oceanía hace apenas siete meses; sobre todo su llegada a la remota Vánimo, quizá una de las aldeas más remotas del mundo. El misionero ha contestado vía telefónica desde su misión en esta población y en esta joven iglesia para la que la visita del Papa ha marcado un antes y un después.

P: Sabemos que estás en Papúa Nueva Guinea y que tuviste la suerte de estar con el Papa en ese viaje. ¿Cómo fueron esos días? ¿Cómo fue ese momento?

Bueno, en realidad el viaje del Papa se empezó a gestar en el año 2019. Ya en el 2019 había dicho que tenía ganas de venir, pero lamentablemente con el covid no se pudo dar y recién tuvo lugar en el 2024. Así que fueron cinco años de espera y cinco años de mucha ilusión, porque uno no sabe lo que puede pasar al día siguiente y, finalmente, en septiembre el Papa pudo venir a visitarnos.

P: Ha sido uno de los sellos de su pontificado estar en esas zonas que tienen una Iglesia viva, en la que cada vez hay más cristianos y que quizá desde fuera no lo vemos como algo tan cercano, ¿verdad?

Sí. Y de hecho el Papa ha tenido gestos muy grandes con nosotros. Por un lado, por ejemplo, en el año 2016, creó al primer cardenal de Papúa Nueva Guinea, es decir, el primer cardenal de la historia de este país, ya dando una clara señal de su predilección por las periferias y de su predilección también para que la Iglesia fuera verdaderamente católica, es decir, universal. Ha querido que un cardenal fuera hijo de esta tierra. Ese fue un gesto muy grande.

Después, el año pasado estuvo aquí visitándonos y no solo estuvo en la capital, Port Moresby, sino que quiso viajar hasta el lugar realmente más aislado de toda Papúa Nueva Guinea, que es un pueblo, no es ni siquiera una ciudad, que se llama Vánimo, que ahí es donde estamos nosotros trabajando los sacerdotes argentinos. Y para nosotros fue realmente un gesto paternal muy grande, porque el Papa tenía dos horas de ida y dos horas de vuelta en avión, e hizo ese sacrificio enorme para llegar y pasar una tarde entera con nosotros.

Y después el tercer gesto realmente muy grande del Papa Francisco fue hace unos pocos días, el 31 de marzo, hace menos de un mes, donde firmó el decreto para la canonización del que será el primer santo de Papúa Nueva Guinea, el catequista Peter To Rot.

P: Como argentino, ¿cómo se vive la pérdida de un Papa, el primer Papa americano, el primer Papa argentino?

La verdad es que es todo muy raro. Es el primer papa argentino y nosotros lo sentimos muy cercano porque durante todos estos años nos ha escrito. Nos escribía cartas de puño y letra. Es decir, no es que nos enviaba e-mails fríos a través de un secretario, sino que él mismo, al menos una vez por mes, nos escribía cartas, nos preguntaba cómo estaba la misión, qué necesidades teníamos, ya sea necesidades espirituales como materiales. El Papa Francisco nos ha ayudado muchísimo aquí a construir escuelas, a construir centros de salud y ahora estábamos construyendo algunas iglesias con su ayuda, así que de algún modo nos sentimos huérfanos.

P: De ese viaje reciente del Papa Francisco. ¿Qué mensaje destacarías?

Yo creo que el mensaje más importante para la gente de aquí de Papúa fue sentirse amada por el sucesor de Pedro y por el Vicario de Cristo. Para nosotros, estando tan lejos de Europa, estando tan lejos de Roma, el Papa siempre es una figura de algún modo lejana, es decir, alguien de quien solamente conocemos el nombre y poco más. Es el hecho de que el Papa haya querido venir hasta aquí, y haya querido ir hasta el lugar más aislado y más pobre de toda Papúa Nueva Guinea. Creo que sus gestos fueron el mensaje más importante, porque hizo sentir a la gente que realmente el Papa los piensa y el Papa realmente los ama.

Les doy un ejemplo. Cuando el Papa llegó a Vánimo, uno de los gendarmes vaticanos se me acercó y me dijo: a partir de ahora, el Papa quiere que esto sea una visita de un amigo. Es decir, que el Papa mismo pidió que no hubiera todos los protocolos de seguridad que generalmente hay y permitió que toda la gente se acercara. Permitió que toda la gente se acercara, lo tocara, lo besara, lo abrazara. Es decir, fue algo realmente conmovedor ver al Papa en medio de los últimos y dejándose abrazar por todos. Creo que el mensaje más grande que nos ha dejado fue justamente el de sabernos queridos y pensados por el sucesor de Pedro. Es decir, el Papa dejó de ser una figura lejana para convertirse en uno de nosotros.

Fuente: OMP España

22 de abril de 2025

Las 10 mejores frases del Papa Francisco sobre la misión de la Iglesia

 



1. “Toda la Iglesia es misionera”

Evangelii Gaudium, 2013

En su exhortación apostólica, el Papa Francisco subrayaba que la misión no es tarea de unos pocos, sino de toda la Iglesia. Es una responsabilidad compartida por todos los cristianos, sin importar su edad o condición.

2. “La misión es una respuesta de amor al amor de Dios”

Año de la Misericordia, 2015

En diversas ocasiones, Francisco destacó que la misión brota de nuestra respuesta al amor inmenso de Dios. Al experimentar ese amor, no podemos evitar compartirlo con el mundo.

3. “La misión no es obra nuestra, sino de Dios”

Misa de envío misionero, 2016

Recordó a los misioneros que, aunque somos sus instrumentos, la misión es ante todo obra de Dios. No actuamos por nuestra cuenta, sino que somos enviados por Él para transmitir Su amor.

4. “El ardor misionero es una obligación de amor”

Jornada Mundial de las Misiones, 2017

El Papa enfatizó que el ardor misionero no es una opción, sino una obligación que surge del amor a Dios y a los demás. Es un amor que debe impulsarnos a llevar la buena nueva a cada rincón del mundo.

5. “La misión brota de la oración y la escucha de la Palabra de Dios”

100º aniversario de las Obras Misionales Pontificias, 2017

Francisco nos recordaba que la misión tiene sus raíces en la oración y en la escucha activa de la Palabra de Dios. Es a partir de esta relación con Él que nace nuestra pasión por anunciar Su mensaje.

6. “La misión es una invitación a gastarnos con empeño, creatividad y generosidad”

Jornada Mundial de las Misiones, 2018

Para el Papa, la misión implica un compromiso total, donde cada uno de nosotros debe dar lo mejor de sí, con esfuerzo, creatividad y generosidad.

7. “Anunciar el Evangelio es la primera y mayor caridad”

Día Mundial de la Caridad, 2018

El Papa aseguró que la mayor obra de caridad que podemos realizar es evangelizar. Llevar el mensaje de Cristo es un acto de amor hacia los demás, un compromiso que debemos vivir con generosidad.

8. “La misión es el corazón de la fe cristiana”

Jornada Mundial de las Misiones, 2021

En uno de sus mensajes más poderosos, el Papa afirmaba que la misión está en el núcleo mismo de la fe cristiana. Es el corazón que da vida a la Iglesia, y debemos vivirla con valentía y pasión.

9. “La misión es oxígeno para la vida cristiana”

Encuentro de las Obras Misionales Pontificias, 2023

En un emotivo encuentro con misioneros, el Papa declaró que la misión es fundamental para la vida cristiana, un “oxígeno” que nos da vida y sentido.

10. “La misión es un incansable ir hacia toda la humanidad”

Jornada Mundial de las Misiones, 2024

En su mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2024, Francisco nos invitó a no detenernos nunca. La misión es un camino constante hacia todos, sin importar las dificultades.

21 de abril de 2025

Comunicado de P. José María Calderón, director de OMP España, con motivo del fallecimiento del Papa Francisco

 Desde las Obras Misionales Pontificias no podemos menos que unirnos al dolor y a la oración de todos los cristianos por el Santo Padre Francisco. Confiamos que Dios, nuestro Padre, le haya concedido ya el premio preparado para quienes han sido los buenos pastores de nuestra Iglesia, y pedimos a María que muestre ahora con él, que es madre.



Doy gracias a Dios por la oportunidad que me ha dado de encontrarme con el Santo Padre cada año, incluso alguna vez hasta en dos ocasiones, desde que fui designado director nacional de las Obras Misionales Pontificias, y valoro enormemente la confianza que la Iglesia ha depositado en mí, permitiéndome participar de la misión encomendada al Papa en el cuidado y atención de los territorios de misión.

La misión ha recibido siempre el impulso y el aliento de este Papa que ha querido, él mismo, salir a las periferias y confortar con su presencia y magisterio la labor de los misioneros y de los pastores que están sacando adelante a la Iglesia en los 1.130 territorios dependientes del Dicasterio para la Evangelización. Las OMP de España y de toda la Iglesia nos hemos sentido siempre colaboradores suyos en esta preciosa e importante labor, y confiamos poder seguir siendo una ayuda para la preocupación misionera del pastor que Dios nos quiera poner a partir de ahora.                

Dios es bueno, es grande y no se deja ganar en generosidad… así se comportará con Francisco que nos acaba de abandonar.

Fuente: OMP España

3 de marzo de 2025

Día de Hispanoamérica 2025: “Hay muchas personas que están necesitando el testimonio de los misioneros”

 Este domingo la Iglesia española celebra el Día de Hispanoamérica, con el lema “Historia de Esperanza”. En esta Jornada se recuerda especialmente a los 138 misioneros españoles de la OCSHA (Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana) que están llevando esperanza a las diócesis americanas en las que faltan sacerdotes. Misioneros como Luis García, en la Patagonia argentina, donde ha trabajado 31 años en una parroquia ayudando a jóvenes con dependencias.

P. Luis García, misionero en la Patagonia argentina

Cuando Luis García Rodríguez dio el paso de dejar su Almería natal e ir a la misión a Hispanoamérica, él descartaba Argentina por ser un país “del primer mundo”, ya que lo que él quería era “ser misionero en el barro”. Pero la Providencia le llevó a la diócesis de Viedma en la Patagonia argentina, donde ha visto su deseo cumplido. En una diócesis de extensión similar a Andalucía solo hay 11 sacerdotes para atender todas las comunidades.

Ya lleva 31 años allí, y su presencia ha sido un signo de esperanza para muchas personas con adicciones. Desde el principio, empezó a frecuentar con los jóvenes de la parroquia un Hogar para menores judicializados, para enseñarles a poner por obra lo que les enseñaba sobre Jesús. Aquello, que empezó como algo sencillo, es hoy una de las pastorales más importantes de la parroquia de la Merced de Viedma, donde está este misionero.

“Uno de aquellos jóvenes judicializados hoy es el coordinador de la Pastoral de Adicciones de la parroquia, con todo lo que esto conlleva”, explica. “Jorge -que así se llama el chico- es un ejemplo concreto de lo que se sembró, que hoy se empieza a cosechar”. La parroquia cuenta con un centro donde los chicos pasan los primeros 15-20 días, una comunidad terapéutica, están construyendo un hogar para chicas… Muchas personas con adicciones se acercan a la parroquia para ser ayudados. “Hoy en día no tenemos que ir a buscar al joven, sino que mucha gente que nos conoce nos llama y va a buscarnos”.

Faltan muchas manos

Este sacerdote almeriense tiene claro que siguen siendo necesarios misioneros en Hispanoamérica, porque hay zonas a las que no se llega con facilidad. “Hay muchos lugares en los que anunciar a Jesús, hay muchas personas que están necesitando el testimonio de los misioneros”. Y hace un llamamiento a todos los cristianos -pero en especial a los seminaristas- a tomar en serio la llamada de Cristo de ir a todo el mundo.

“La invitación que hace Jesús es a una evangelización universal, no me ordeno sacerdote para estar en un lugarcito solamente”.

En este vídeo, misioneros de la Obra de Cooperación Hispanoamericana (OCSHA) como Luis García, explican la misma realidad. Jaume Benaloy, desde Chimbote en Perú, explica que él ha conocido comunidades “a las que hacía 15-20 años donde no llegaba un sacerdote”. Desde Picota, en el mismo país andino, al misionero cordobés Jesús Granados le duele que haya comunidades a las que no pueden ir todas las semanas, sino como mucho cada seis meses. Además de que no celebran la Eucaristía, esta ausencia significa “sacramentos del bautismo sin celebrar, gente sin confesar, unciones de enfermos sin dar… si no lo ves desde Dios es tan aplastante que te robaría la alegría de lo doloroso que es”.

138 sacerdotes españoles en Hispanoamérica

El Día de Hispanoamérica, organizado por la Comisión de Misiones y Cooperación con las Iglesias de la Conferencia Episcopal Española, busca poner en valor la presencia de la Iglesia en América y su labor en el desarrollo de los pueblos americanos hasta ser «historias de esperanza». Y en este día se pide la colaboración económica para apoyar a los sacerdotes de la OCSHA (Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana).

En la actualidad hay 138 sacerdotes de la OCSHA repartidos por 18 países de América, incluido Estados Unidos. El país con más misioneros de la OCSHA es Perú, con 43. Y la diócesis con más sacerdotes misioneros vinculados a la OCSHA, es Toledo, que tiene 27. Estos sacerdotes tienen encargos pastorales de toda índole: parroquias, colegios, seminarios, hospitales…, también hay obispos, que marcharon como sacerdotes a alguno de esos países y la Iglesia les pidió asumir la responsabilidad pastoral de algún vicariato o diócesis.

Fue el 4 de junio de 1949 cuando la Junta de los Metropolitanos de España, antecedente de la Conferencia Episcopal, creaba la OCSHA. Tenía como propósito paliar la escasez de sacerdotes que sufrían una gran parte de las diócesis de América Latina. Los sacerdotes de la OCSHA mantendrían su vinculación a su diócesis de origen, la Iglesia que los había enviado, mientras desarrollaban su labor misionera en la Iglesia de acogida. Como sacerdotes Fidei Donum -según la expresión consagrada por Pío XII en la encíclica Fidei Donum de 1957-, hacían que la iniciativa misional partiese también de las diócesis y no en exclusiva de las órdenes y congregaciones religiosas, haciendo de la tarea misional un esfuerzo universal de la Iglesia.

Fuente: OMP España

12 de febrero de 2025

Congreso de Vocaciones ‘¿Para quién soy?’, con presencia misionera y diocesana

 Este fin de semana la Iglesia en España ha celebrado su Congreso de Vocaciones “¿Para quién soy?”, un encuentro que ha buscado reconocer que el Señor sigue llamando a la vida, a la fe y a la misión, y que ha contado con misioneros ad gentes, cuya acción es el “paradigma de toda obra de la Iglesia”.



Para mostrar la cara de la vocación misionera se contó en una mesa redonda con la presencia de la Misionera Comboniana Lilia Karina Navarrete Solís, con Saturnino Pasero, sacerdote de la Sociedad de Misiones Africanas, y el matrimonio misionero de Pablo de Mergelina y Gloria Rey. La hermana comboniana, con una larga experiencia misionera en Mozambique, destacó la entrega de por vida de los misioneros ad gentes. Como ejemplo contó la preocupación de las misioneras ancianas que cuidó en Italia durante el Covid. Ellas, cercanas a la muerte, se mostraban más preocupadas porque el COVID no llegara a África que por su propia vida. Saturnino Pasero, por su parte, abordó el tema de la inculturación y cómo todo misionero, al llegar a la misión, tiene “que abrir los ojos, abrir los oídos y cerrar la boca”. Es la mejor manera de ver a Dios en el rostro de aquellos a los que se es enviado. Pablo y Gloria hicieron un recorrido por su vocación misionera, tanto de manera individual como de matrimonio misionero. Destacaron que el Señor siempre les ha ido guiando: “Él nos ha ido poniendo pistas, y solo hemos tenido que ir siguiendo las migajas de pan, como Hansel y Gretel”.

Una segunda mesa reunió a tres personas a las que la misión ad gentes ha sido un cambio sustancial en sus vidas. Una experiencia misionera llevó a Carlos Bobillo de ASU ONG, Asociación Solidaria Universitaria, habló de cómo la experiencia de misión es algo que llama mucho a los jóvenes. Al volver quienes le rodean ven la ilusión en tus ojos, y es imposible que no quieran vivir lo mismo. Mario Arroyo, de Bondhu, asociación vinculada a la Delegación de Misiones de Toledo, destacó cómo, para lo jóvenes, el hecho de tener que entregarse a los demás, con el ejemplo de las Misioneras de la Caridad (que es con quienes van la gran mayoría de las veces), es algo que les obliga a salir de su egoísmo y les pone al servicio de los demás. Contó que desde un colegio de España le pidieron a él hacerse cargo de la clase más conflictiva del centro. Decidió llevárselos un día a ayudar a un centro de personas con discapacidad, y en un solo día el cambio que dieron fue brutal, precisamente porque dejaron de mirarse el ombligo. Coro Samblas, de Matunda Familia, quiso distinguir entre voluntariado y misión, y “cómo en la misión es el Señor el que te guía, y no tu voluntad”.

Fuente: OMP España

11 de febrero de 2025

Carmen Rodríguez, enferma de Parkinson: “Lo ofrezco por los misioneros”

 A Carmen le diagnosticaron Parkinson cuando tenía 49 años. La fe y el ofrecimiento de su enfermedad por los misioneros le ayudan a vivir con alegría esta dura enfermedad degenerativa incurable. Como ella, muchos enfermos en España con su oración y ofrecimiento se suman a la Unión de Enfermos Misioneros, una iniciativa de Obras Misionales Pontificias (OMP) que les pone ante los ojos la misión y a los misioneros. Con un nuevo espacio en la web, OMP pretende ofrecer periódicamente contenido elaborado precisamente para acompañarles en esta misión.

Cuando Carmen fue a urgencias hace seis años por un mareo “como los de siempre”, se quedó helada con el diagnóstico. “Me dijo el médico: tiene usted Parkinson, una enfermedad neurodegenerativa, grave e incurable, se morirá con ella pero no de ella”. Con tan solo 49 años, y una vida plena, Carmen Rodríguez Muñoz recibió esta noticia que lo cambió todo: se ha tenido que “bajar de los tacones” y dejar de trabajar, tiene una discapacidad del 80% y grado de dependencia 3…

Lejos de echar la culpa a Dios –“todo el mundo enferma, aunque no esperas que seas tú”–, buscaba el ‘para qué’, y la clave para no derrumbarse ha sido la fe, que le ha acompañado en lo que ella denomina un “camino de salvación”. Según recibió el diagnóstico, se fue a su parroquia en Madrid, donde hace años se reencontró con Cristo gracias a la Primera Comunión de su hija. Allí ha recibido un acompañamiento, siempre centrado en la adoración Eucarística y la oración. En una confesión, el sacerdote le habló de Enfermos Misioneros, una iniciativa de Obras Misionales Pontificias (OMP) que implica a los enfermos en la misión de la Iglesia a través del ofrecimiento de su enfermedad.

“Nunca lo había oído, pero a mí me vino como un guante: estoy enferma, y no se me va a curar… pues estaré toda la vida como enferma misionera”. Para ella, esta espiritualidad es como un “traje a medida”, que le ayuda a “dejar de mirarse el ombligo” y ofrecer sus miserias. “Me pareció tan bonito que haciendo tan poco logres tantas cosas… Tan solo levantarme y pedir por el misionero que esté más agobiado, más cansado, por el que hoy le falte comida… ya tengo hecho el día”.

Esta forma de vivir la enfermedad le da una alegría profunda. “Tienes sufrimiento y dolor. Entonces tú, o te amargas, o lo ofreces por algo y te hace sentirte miembro de la Iglesia, no eres ya un descartado”, explica. “Cuando estoy mala de verdad, que me duele todo –hasta las lágrimas me queman-, le digo al Señor que no tengo nada que ofrecerle, más que el dolor. Y el dolor se puede ofrecer y le da sentido a tu vida”. Y en su caso, lo ofrece por los misioneros, que “le están dando la oportunidad a alguien de que sienta lo mismo que yo: que tienen un Dios que les quiere, que les salva, que les cuida y mima…”.

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Misioneros desde la enfermedad

Hay tres formas de participar en la misión de la Iglesia fuera de nuestras fronteras, “hasta los confines de la Tierra”: la cooperación personal (los misioneros y voluntarios), la económica (las colectas) y la espiritual (oración y ofrecimiento). Dentro de este tercer grupo se engloba la Unión de Enfermos Misioneros, una iniciativa de Obras Misionales Pontificias que cuenta con casi 100 años de historia, y que nació gracias a Margarita Godet, una mujer laica francesa inmovilizada por la enfermedad que quería ser misionera. Se ofreció entonces como enferma misionera al Seminario de Misiones Extranjeras de París, que enviaba numerosos misioneros por todo el mundo.

En España cientos de personas que padecen alguna enfermedad o invalidez crónica, ofrecen diariamente su dolor por la evangelización del mundo y por los misioneros. El beato Manuel Lozano Garrido “Lolo”, periodista y enfermo que está camino a los altares, es un buen representante de estos misioneros tan especiales. Él mismo fue un impulsor de esta Unión colaborando con las Obras Misionales Pontificias.

Para acompañar a los enfermos misioneros, Obras Misionales Pontificias edita cada dos meses un tríptico para meditar la Palabra de Dios, escuchar la voz del Papa y contemplar el testimonio de los misioneros. Se imprimen 60.000 trípticos que cada delegación de misiones adapta a su propia realidad diocesana y se pone a disposición de la pastoral de la salud de cada diócesis.

En este 2025, OMP ha querido dar un paso más, y ofrecer un contenido online adaptado y actualizado para los enfermos misioneros en la web de OMP. Allí encontrarán oraciones, testimonios de misioneros y de otros enfermos que ofrecen su día a día… pensados para ellos, para acompañarles en su misión de ofrecimiento de la enfermedad. “Cuando el Papa Francisco dice que la Iglesia existe para la misión lo que está diciendo es que cada uno de nosotros, sin importar nuestra situación, enfermedades o limitaciones, existe para la misión. El tríptico bimensual y las iniciativas que se tienen a nivel de las delegación de misiones, así como la nueva web buscan recordarles a quienes se suman a Enfermos Misioneros esta realidad a la vez tan profunda y tan sencilla”, explica Justo Amado, responsable de esta iniciativa desde hace 25 años. 

Fuente: OMP España